Los primeros dientes del bebé. Todo lo que como padre debes saber. Deja un comentario

¿Tu bebé está por cumplir 6 meses y empezó con molestias por la salida de los dientes? Entonces esta nota tiene información muy importante para ti.

Entre los 6 y los 12 meses de edad se cumple un hito muy importante en el desarrollo del bebé: la dentición. Este tiempo puede variar por la misma razón que te hemos dado en anteriores oportunidades: cada bebé es único y marca el tiempo exacto en el que este nuevo hito ocurrirá.

Sin embargo, es inminente que en algún momento de la vida de tu bebé los dientes empezarán a salir y nada mejor como padres que estar preparados para saber cómo actuar ante cualquier incomodidad.

Pero primero…
¿Por qué se ocasiona el dolor?

El dolor se debe principalmente a la presión ejercida por los dientes en crecimiento sobre las encías. Dicho proceso puede provocar inflamación y sensibilidad y picazón, lo que causa molestias, dolor e incomodidad en el bebé.

El malestar también puede ser resultado del movimiento de los dientes dentro de las encías antes de emerger completamente.

¿Cómo detectar que mi bebé está pasando por este proceso?

Hay algunas señales claras que nos pueden dar aviso.

Empezando porque el bebé puede estar más irritable de lo habitual y llorar con más frecuencia, especialmente durante ciertas actividades rutinarias como comer o dormir.

Adicional a ello, durante la dentición es común que el bebé babee más de lo habitual, esto sucede debido a la estimulación de las glándulas salivales. No olvides tener a mano siempre un pañito o babero para limpiarlo.

Otra señal muy habitual es que los bebés empiecen a buscar alivio mordiendo objetos, o llevándose los dedos a la boca, esto lo hacen para aplicar presión en las encías inflamadas e intentar reducir la molestia.

También es posible que el bebé tenga menos apetito o se muestre reacio a comer, lo mismo sucederá con sus patrones de sueño, quienes pueden verse afectados, ocasionando despertares constantes a la hora de dormir.

Finalmente observa si las encías del bebé están enrojecidas, hinchadas o sensibles al tacto, está es una indicación clara de molestias por la dentición.

¿Qué podemos hacer como padres para ayudar al bebé en este proceso?

Lo primero es tener a mano mordedores fríos (refrigerados) que puedan llevarse a la boca al sentir la incomodidad, con la finalidad de adormecer las encías inflamadas. Ofrécelo a tu bebé a temperatura fría de refrigerador, más no congelada, ya que el frío excesivo puede resultarle molesto.

También podemos compensar la molestia utilizando paños fríos y limpios para que el bebé muerda cuando tenga la necesidad. La textura del mismo puede ser reconfortante y aliviarlo mientras esté irritable. Recuerda siempre supervisar su uso para evitar accidentes.

Otra recomendación es lavar tus manos y frotar suavemente las encías del bebé con tu dedo limpio. Este masaje puede proporcionar alivio al presionarlas suavemente.

Como último y lo más importante, no olvides brindar atención adicional, abrazos y consuelo durante este período a tu bebé. El apoyo emocional puede ser tan importante como las medidas que anteriormente te mencionamos para aliviar el dolor.

Derribando algunos mitos.

¿Puede mi bebé iniciar la alimentación complementaria, aún sin tener su primer diente?

Esta es otra consulta frecuente de los papás y la respuesta es sí. El bebé masticará los alimentos con las encías, acompañando con la lengua y el paladar. Ten en cuenta que la consistencia de dichos alimentos debe ser de consistencia blanda, suaves y fáciles de tragar, ya que los bebés no han desarrollado la habilidad de masticar correctamente.

¿La salida de los dientes puede afectar la lactancia?

Como dijimos con anterioridad, el bebé puede tornarse más irritable y en ocasiones, mostrarse con menos apetito, sin embargo, la salida de los dientes no tendría por qué afectar la lactancia, recuerda que el bebé emplea la lengua y el paladar para succionar.

Como todo, cada bebé marca su pauta y es muy importante estar atento a las señales para garantizar que esta etapa momentánea no afecte en gran medida su alimentación.

Recuerda que, si el malestar de la salida de los dientes persiste en el tiempo o es especialmente intenso, lo mejor es consultar con tu pediatra para que pueda asesorarte con información detallada según las necesidades específicas de tu bebé.

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¡Vivamos cada etapa informados para afrontarlas con positivismo y confianza junto a nuestros bebés!